Queridos tod@s!
Aqui estoy otra vez para compartir mis andanzas por el mundo dulce con tod@s vosotr@!
Ha sido una semana intensa de trabajo... porque tengo que imaginarme que le gustará al que recibe la tarta; la verdad que ni yo misma me creo la desbordada imaginación que tengo! Donde estaba hasta ahora?? En el anterior blog creo que os lo adelante: un buen día creces y toda esa imaginación infantil la guardas en el bolsillo derecho del baby del colegio y a otra cosa mariposa! Que pena... la verdad es que son los mayores los que te hacen que guardes un poco de esa magia que tiene tu cabeza porque los desborda... ahora soy yo la mayor y soy yo la que le dice a Guillermo (mi hijo el mayor) que descanse esa cabecita pensante un momento... solo un momento... y... no lo haré más!! Imagina todo lo que quieras mi principe, que estamos aqui para eso!! Para que otros disfruten con lo que tu imaginas, como hace mami!! Espero que algún día él se pare a pensar lo mismo que estoy haciendo ahora.
En fin, que yo so quería hablar del secreto interior de mis tartas... No lo he sacado de ninguna web, ni blog ni nada de eso; igual hay más gente que hace lo mismo que yo, pero aun no encontrado a nadie; lo digo porque entiendo que alguien se sienta plagiado y no es así.
El caso es que cuando relleno mis tartas utilizó buttercream de vainilla de Betty Crocket o un topping que hago con chocolate de postres nestlé, azúcar glass y un poco de aceite de girasol; a la hora del montaje voy poniendo el chocolate sobre cada capa y sobre éste va el secreto mejor guardado: Lyle`s Golden Sirup!!
Me remonto a cuando era chica... como mi familia es de La Linea de la Concepción, todos los productos británicos que venían de Gibraltar eran muy familiares para mi; es más, como por aquellos entonces todavía estaba la verja cerrada, mi madre conseguía en concreto el "sirup" cada vez que alguien o ella misma viajaba a Londres y alrededores; mi padre también viajaba muchísimo con lo que era fácil encontrar estos productos en el dutty free de los aeropuertos. El caso es que en multitud de recetas utilizaba mi madre este sirup: lo borrachuelos, que también se llaman pestiños, esos dulces navideños que en la receta original estan bañados con miel, en mi casa de toda la vida se han emborrachado en sirup; yo creo que mi abuela ya lo hacía así. Ains mi abuela Ana...
A ver, que no os quiero aburrir con mis memorias familiares.
Pues justo cuando empiezo a interesarme por este mundillo visito la tienda de enjuliana y preguntando como podía endulzar y esponjar los bizcochos me ofrecen este producto. Cuando llego a mi casa se lo comento a mi madre, a lo que ella responde: "Claro! no recuerdas como lo hacía yo? Seguro que lo consigues mucho más barato en el Iceland".
El Iceland es una cadena se supermercados británicos; tengo la gran suerte de que una de sus sucursales esta aqui en Fuengirola. Entrar allí es teletransportarte automáticamente a Londres: los dependientes son ingleses, el púlico en su mayoría es britanico y si no hablas algo de inglés es dificil que alguien te entienda en español. Todos los productos son importados del Reino Unido, incluidos productos perecederos como leche, carne y verduras.
Total que alli encontré el sirup de toda la vida y otros muchos que han sacado al mercado, como el sirope de fresa, sin conservantes ni colorante y con fresas de verdad, no como otros similares que saben a rayos y con color sospechoso a química pura.
La textura de estos siropes es como el de la miel pero el sabor es mucho más rico, sabe a caramelo. Y el resultado cuando lo incorporas a los bizcochos es, en mi modesta opinión, mucho mejor que el almibar, ya que el almibar es mas acuoso y queda el bizcocho mojado y a mi así no me gusta. Una vez que se mezcla con el chocolate el resultado es como me comentó mi querido amigo Paquito Silva: "Pastelito Tigretón de cuando eramos chicos!"
Así que este es el secreto de mis bizcochos: el "Sirup del león" de toda la vida!
